por Miguel Fernández Martínez
corresponsal de Prensa Latina en Siria
Damasco, 19 mar (PL) A pesar
de la violenta crisis que sacude a la sociedad siria como resultado del
terrorismo, y las graves consecuencias que provoca en las escuelas, maestros y
estudiantes de todo el país celebran hoy el Día del Educador Árabe.
La tradicional festividad,
que se celebra el tercer jueves de marzo, cuenta con el apoyo del Ministerio de
Educación y el sindicato de profesores y maestros, para reconocer el importante
rol que juega el educador en la sociedad, en la formación de las nuevas
generaciones.
Uno de los renglones más afectados en Siria,
como resultado de la acción terrorista de las bandas del Estado Islámico (EI),
el Frente Al-Nusra y otras organizaciones antigubernamentales de corte
fundamentalista, sigue siendo el sistema de educación.
Las cifras hablan por si solas. Cinco mil
156 escuelas dañadas, de ellas mil 129 completamente destruidas, más de 400
estudiantes y profesores muertos a consecuencia de los ataques de los grupos
takfiristas, y daños que ascienden a casi 800 millones de dólares.
Prensa Latina visitó la escuela Sawsan
Farah, un centro que acoge a 850 alumnos de enseñanza primaria, y donde hay más
de 150 niños de familias desplazadas a consecuencia de la guerra.
Nahla Zeda, directora de la escuela,
compartió historias de amor y sacrificio, para evitar que el terror impuesto
lograra cerrar las puertas del colegio.
“Cuando atacaban con morteros y misiles a la
ciudad de Damasco, los maestros no dejamos de venir a dar clases. Ese es nuestro
deber, y hay que venir de cualquier manera”, comentó.
Durante la visita conversamos también con Nayek
Issa, una joven funcionaria del Ministerio de Educación en Damasco, quien
insistió que el sector escolar es uno de los más afectados, tanto en la capital
del país como en el resto de las provincias.
Issa contó a Prensa Latina de las escuelas
saqueadas y destruidas, de los daños materiales, los robos de vehículos y sobre
todo, el costo humano que deja a diario el terror impuesto por los fundamentalistas.
“Hemos tenido que imponer dos jornadas de
enseñanza en cada escuela pues se duplicó el número de estudiantes en cada
aula, debido a la presión poblacional que hay como resultado de los
desplazamientos”, comentó la funcionaria.
“El Ministerio de Educación esta tomando
todas las medidas para mejorar el proceso de enseñanza bajo estas
circunstancias –agregó- y ya comenzó la rehabilitación de varias escuelas
dañadas por la guerra que necesitaron ser reparadas, en zonas donde la
seguridad fue restablecida por el ejército sirio”.
Según un reciente informe del Fondo de las
Naciones Unidas para la
Infancia (Unicef), cerca de 670 mil niños se ven privados de
educación en Siria, mientras el grupo extremista Estado Islámico (EI) adapta el
plan de estudios a las reglas religiosas después de ordenar el cierre de
escuelas en el país.
El informe de Unicef revela además, que de 4,3
millones de niños sirios registrados para este año escolar, entre 2,1 y 2,4
millones no asisten a clases o lo hacen con irregularidad, principalmente en
zonas rurales de las provincias de Raqqa, Alepo y Deir Ezzor, bajo control de
los armados antigubernamentales.
A pesar de la persistencia de las crisis y
el bloqueo económico impuesto a Siria por países europeos y Estados Unidos, el
Ministerio de Educación sigue priorizando la enseñanza.
Nayek Issa explicó que se incrementaron los
planes de colaboración entre el las autoridades educativas sirio y
organizaciones internacionales como Unicef, para coordinar la distribución de
las ayudas que incluyen mochilas escolares, lápices, libretas y artículos
deportivos.
“Obstaculizar o impedir el proceso educativo
es algo inmoral porque es interrumpir un proceso vital en la formación de las
jóvenes generaciones, y trabajamos para contribuir con la estabilidad del
proceso docente”, dijo.
“Con ese espíritu –enfatizó-
celebramos este Día del Educador en Siria”.
publicado en el sitio digital de Prensa Latina
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